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jueves, 31 de diciembre de 2009

Insufrible

El vacio de la distancia asumida
el reloj en tierra la esperanza desvanecida
hojas de calendario huérfanas de sentido.
El rumor del lejano mar intervenido
por la escasez de recursos del amante
llamada sin destino,nada insinuante.
El peor de los posibles olvidos
son los amores no bendecidos
aquellos no consumados,solo reprimidos.
Buscas en lecho distinto,algo diferente
lo vistes de dulces y desleales pasiones
comparándolo con lo que has tenido,es repelente
te engañas una y otra vez,falta de decisiones
en tus palabras marcadas,por el odio consentido,
ningún riesgo por tu parte asumido
es sencillo,te he dejado de querer.
Simple ecuación que no te hace desfallecer,
engañas a tu corazón compartido,
por dos amores distintos,herido
por tu desleál proceder,cautiva de tu engaño
no miras la repercusión de tu daño,
simple y llanamente cambias de sábana
cuando mejor te viene en gana

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Inopinado

En tí,encontré el remanso de paz
interior,y exterior,rostro tapado por el antifaz
de la inocencia,de la tierna ingenuidad,
arrebato en mi interior,toda la bondad
que mi cuerpo,pudiera procrear.
Muchas golondrinas han apadrinado
las estaciones de mi existencia,a tu lado
ahora sé,la espera ha terminado.
Mi corazón,desbordado no duda en entregar
la llave oxidada nunca antes ofrecida
de los secretos que mi pasado ennegrecían.
Has venido en mi auxilio,salvadora de mi vida,
recogiendo a este naufrago atormentado
por la falta de amor que ahora tu has alimentado.
Viviré en eterna y profunda gratitud
de que una princesa encantada por mis sueños
halla dado,al fín,sentido,a mi inquietud.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Poema de Miguel Barciela

Bajando la pendiente de tu vida
Me encuentras, como fuente en el camino
Para abrevar la sed que no se olvida.

Ascendiendo la cuesta de mi sino
Te encuentro, como fruta ya madura
Que se degusta igual que añejo vino.

Tu semblante conserva la dulzura
De un alma joven, aunque tus facciones
De la vejez presagian la amargura.

Mi semblante ha perdido, por pasiones
Que no ha vivido, la ilusión de ser
La ilusión de otro ser, que tú repones
Cada vez que te acercas a beber.



Miguel Barciela

Química

Regreso al frío lugar de siempre
cabeza gacha e inmenso abrigo
contando uno a uno los pasos
al resonar de los tacones talla treinta y cinco

La puerta esta aún abierta
no bienvenido nuevamente el rutinario día
cómo no, dos presentes se encuentran al frente
susurrando quién sabe que malvadas ironías.

Es necesario revisar cada instrumento
no vaya a ser una cuestión peligrosa
y de inmediato mis manos angustiosamente frías
alguien con descuido mi costado roza.

No lo entiendo, él ni siquiera me mira
sin contar cuánto ansío un pequeño gesto
aun cuando el por qué no lo capto
ni razón encuentro a esto raro que siento.

Pronto una gota de sudor toca la mesa
no, solo es una porción de muestra cobriza
¡Hey! exclaman de los costados recelosos
sin probar una pizca de mi angustioso momento.

¿Por qué? es lo que yo me interrogo.
¿Por qué este endemoniado sentimiento?
¿Será acaso el amor del que todos hablan,
el que arrebata, consume, hiere y maltrata...?

Otra vez mirando hacia atrás,
nada fácil ha sido mi pasado,
la solución amarillenta se ha tornado
ya ahora lo siguiente, pero qué gracioso, ya se me ha olvidado....

Tan solo u-na-pa-la-bra-u-na
hola, solo atinas a decir,
¿Acaso todo tu mundo se reduce
en aquel nombre infame y tan bien conocido por mí?

Ya han dado las once,
y los tubos han regresado al polvoroso estante
tan solo un tiempo más por favor
tal vez pueda existir la fórmula del amor, a-mor-que-sue-na ho-rren-do...

nos vemos... tan corto
¿y cuándo nos veremos?
¿en el almuerzo quizás?
esa cosa del amor me ha vencido, me temo

Las manos siguen frías de este frío
la mirada ha de descender de regreso
el traqueteo ha retomado su andar
tan solitario, tan doloroso, ahora tan vanal...

Al cielo

Clara fuente de luz, nuevo y hermoso,
rico de luminarias, patrio Cielo,
casa de la verdad sin sombra o velo,
de inteligencias ledo, almo reposo:

¡oh cómo allá te estás, cuerpo glorioso,
tan lejos del mortal caduco velo,
casi un Argos divino alzado a vuelo,
de nuestro humano error libre y piadoso!

¡Oh patria amada!, a ti sospira y llora
esta en su cárcel alma peregrina,
llevada errando de uno en otro instante;

esa cierta beldad que me enamora
suerte y sazón me otorgue tan benina
que, do sube el amor, llegue el amante.

Francisco de Aldana

Amor

No me hace falta respirar,
porque respiro tu aire
no necesito soñar,
porque tú eres mi sueño,
no preciso hablar,
porque mis palabras te pertenecen,
no necesito vivir,
porque tu amor es mi vida.